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Mère et Bergère
2019
Ce projet est porté par des catholiques, laïcs et consacrés
O la plaza de los niños
Una respuesta personal y eclesial
a los crímenes perpetrados por miembros consagrados de la Iglesia
¿POR QUÉ ESTE NOMBRE?
Madre y pastora, ésta es la Iglesia con la que sueña el Papa Francisco. Esta página también se podría llamar “hospital de campo después de la batalla”… Si el Papa tiene el arte de la imagen, es necesario no quedarse en las imágenes y comprometerse, como pide en su Carta al Pueblo de Dios, escrita a partir del testimonio de las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes o consagrados. "Que el Espíritu Santo nos conceda la gracia de la conversión y de la unción interior para poder expresar, frente a estos crímenes de abuso, nuestra compasión y nuestra decisión de luchar con valentía. "(Final de la Carta al Pueblo de Dios).
¿POR QUÉ ESTE SUBTÍTULO?
"La plaza de los niños" porque, por un lado, es esencialmente Teresita la que nos conducirá y, por otro, porque la propuesta concreta que se hace allí está dirigida a los niños que no tienen el poder de tomar decisiones, pero que tienen el poder de cambiar el curso de los acontecimientos a través de la oración y la conversión diaria.
Y ahora, ¿qué debemos hacer?
Ante todas las revelaciones que caen en cascada, tocamos aquí y allá cumbres de vileza e ignominia que pueden hacer tambalear de manera legítima la fe de los pequeños, incluso hacerlos huir de la Iglesia, enfermarnos, entristecernos profundamente. Y es bueno dejar que nuestros corazones se conmuevan por estas atrocidades. Este es el comienzo de la compasión y no un patetismo malsano.
En el discurso de clausura de la cumbre antes mencionada, el Papa dijo:
« Hermanos y hermanas, hoy estamos delante de una manifestación del mal, descarada, agresiva y destructiva. Detrás y dentro de esto está el espíritu del mal que en su orgullo y en su soberbia se siente el señor del mundo y piensa que ha vencido… Detrás de esto está satanás. Y de la misma manera que debemos tomar todas las medidas prácticas que nos ofrece el sentido común, las ciencias y la sociedad, no debemos perder de vista esta realidad y tomar las medidas espirituales que el mismo Señor nos enseña: humillación, acto de contrición, oración, penitencia. Esta es la única manera para vencer el espíritu del mal. Así lo venció Jesús. »
Y ahora, ¿qué debemos hacer?
"Oración y penitencia", nos dice Francisco. María no dijo otra cosa en Lourdes. ¿Rezar por quién? Hacerse esta pregunta puede llevarnos a un callejón sin salida. Oramos por las víctimas, los niños, las víctimas religiosas de una perversidad sin nombre, y estamos felices de hacerlo. Podemos orar por los que abandonan la Iglesia, indefensos, perdidos. Orar por los criminales y sus "fríos" cómplices es más difícil, ya que la abyección es muy aterradora. Sin embargo, esto es lo que el Evangelio nos pide......
Hace unos años se distribuyeron dos cartas por Internet. Dos madres con mucho dolor. La primera describía su acosadora vida cotidiana con sus visitas a la prisión donde su hijo cumplía una severa condena tras haber cometido un asesinato, y ella pidió, en vano, que fuera trasladado a una prisión más cercana a su casa. ¿No era comprensible su sufrimiento? De ser una "madre", se había convertido en una "madre de un criminal". Sin embargo, éste seguía siendo su hijo, el hijo de su vientre. Una madre le respondió, describiéndole su vida cotidiana, tan dolorosa como la terrible y definitiva ausencia de su hijo, asesinado.... por el hijo de esta primera madre. Aunque el proceso literario fue cuestionable, el hecho es que dos madres sufrieron el martirio.
En un pensamiento y en un amor orgánico, no "escojamos". También es urgente participar en el rescate de todos, porque todos son hijos de Dios e hijos de la Iglesia. Puede ser aún más eficaz orar por la conversión de los verdugos (lo que no los protegerá del "refugio" de la justicia, que es absolutamente necesario), porque mata dos pájaros de un tiro. Escuchemos primero a Teresa.
Teresa y Pranzini
Los que conocen a Teresa saben que Pranzini, un gran criminal, condenado a muerte por decapitación, se había convertido en "su primer hijo". Es bueno revisar este texto, que es la base de la propuesta.
¿Quién era Pranzini? Se le describe como un aventurero, un ladrón, probablemente un proxeneta, y finalmente como el autor de un triple crimen, una mujer y su criada así como la hija de ésta última. Las dos primeras son estranguladas, la hija es decapitada. El motivo de este triple asesinato, al parecer, es el robo de joyas. Este hombre, por lo tanto, parece no tener nada que envidiar a los sacerdotes que perpetúan impunemente actos ignominiosos en la Iglesia... salvo que no era sacerdote. Dicho esto, Teresa lo llama "su primer hijo". Ella asume una maternidad que participa en la de la Iglesia, Madre y Pastora, contra todo pronóstico y a pesar de la caída excesivamente culpable de algunos de sus miembros.
Pranzini rechazó cualquier ayuda de la Iglesia. Estaba encerrado en sus crímenes, la esperanza estaba muerta. Era insoportable para Teresa, que conocía (¡ya!) la Misericordia infinita de Dios, el destino eterno del hombre salvado por Jesucristo y, por el contrario, el horror de la privación eterna de Dios, el infierno. Para conseguir la conversión de Pranzini, ¿qué hizo?
Es bastante sencillo: “ las almas pequeñas no se necesitan medios complicados". Porque "sentía que no podía hacer nada por su cuenta", que es nuestro caso.
Una propuesta sencilla y fructífera
cuando los pequeños dan los grandes pasos...
Es importante captar el espíritu antes de embarcarse en la letra (o tirarla a la basura). La letra (es decir, las propuestas concretas) sin el espíritu no conduce a nada. El espíritu sin la letra permanecerá como una nebulosa estéril. Por supuesto, puede ser legítimo encontrar otra "carta". Esta tiene el mérito de existir y evitar pasar tiempo buscando otra. Lo concreto estará escrito en azul.
Simple y fructífera, esta propuesta retoma los cinco elementos teresianos, comenzando por "La ayuda de Celina", que es en cierto modo un preliminar fundamental. Pasar por encima sería correr el riesgo de permanecer en un desenfoque espiritual desencarnado. Este primer elemento, en una preocupación por una encarnación precisa, consta de dos etapas:
ENTONCES
Esta propuesta concreta es UNA propuesta. Y es una PROPUESTA. Llena de espíritu, será fértil, eso es obvio. Dios desea infinitamente estas conversiones, y si toda esta inmundicia sale hoy, es porque Él quiere esta purificación positivamente. Pero ésta no es una calle de un solo sentido. Cuando un médico pone ungüento en un miembro que sufre, el ungüento también entra en la mano del médico.
El pequeño número 4, que parece nada, nos compromete, y podrá ser bueno el ser acompañado espiritualmente. El Papa Francisco nos pide esta oración que nos compromete. No rechazar nada a Dios es tanto el precio de la conversión de "nuestro hijo" como el camino de nuestra propia conversión.
Porque todo debe ser visto en un conjunto orgánico. No hay los buenos de un lado y los malos del otro. Somos un Cuerpo con miembros más o menos sanos, más o menos frágiles, más o menos pecadores... y lo hemos constatado, con miembros en avanzada podredumbre. Sin embargo, cuanto más sano esté el cuerpo, más recursos tendrá para reducir la putrefacción. La capacidad de regeneración del cuerpo físico es extraordinaria, la del Cuerpo Místico es infinita. Comprometiéndonos generosa y verdaderamente al "rescate" de nuestro hijo, es nada más y nada menos que un torrente de santidad que se tragará el torrente de suciedad, como y porque la resurrección de Cristo se tragó la muerte.
El Papa Francisco, en la cumbre del discurso de clausura sobre los abusos sexuales, destacó esta inmensa garra del diablo. Cualquier iniciativa que "tiende hacia arriba" necesariamente la encuentra en su camino. Obviamente, si los tándems se multiplican, se enfadará y se arriesgará a poner obstáculos en el camino, siendo el primero describir estas líneas y esta propuesta como puro ensueño. Que no lo son. Por lo tanto, podemos añadir el rosario, para que nos acompañe y nos sostenga la Virgen María, Madre de la Iglesia, de quien las dos madres mencionadas anteriormente son juntas la imagen.
QUE MARÍA,
MADRE DE LA IGLESIA,
NOS UNA EN ESTE COMPROMISO DE CARIDAD
Y LO LLEVE A SU FIN.